A estas alturas del curso, nos encontramos habitualmente con la errónea idea de que como abren las piscinas de verano, ya no es necesario venir a clase. Y venimos a contaros por qué es un error.
Esto lo vemos más habitualmente en los niños, en edades de aprendizajes y preescuelas, donde además de divertirse en clase, están trabajando objetivos como la respiración, la técnica de pies o de brazos de distintos estilos.
Cuando vamos a las piscinas de verano a divertirnos, vamos a eso, a disfrutar de nuestro tiempo de ocio, pero no a aprender ni perfeccionar el deporte de la natación.
Lo aprendido practicando natación, será fundamental para disfrutar de las piscinas de verano con seguridad, y podrán echar horas y horas en la piscina, que disfrutarán de que ya saben salir del agua al tirarse, volver al bordillo, o los más pequeños nadar con su churrito o su cinturón sin que estén cogidos, y sin embargo, esto no hará que aprendan más técnicas, ni a respirar mejor.
Por supuesto, todo lo que practiquen en las piscinas será positivo para no olvidar lo aprendido, y no retroceder en el aprendizaje durante el verano.
No olvidar y seguir aprendiendo
Por lo que no es incompatible ir a clase de natación con disfrutar de tu tiempo de ocio en la piscina. No sustituye, complementa.
Si queréis un ejemplo, más visual… no es lo mismo ir a entrenar futbol, baloncesto, o balonmano que ir al parque y disfrutar de un partidillo con los amigos, porque nos sabemos las normas del deporte.
El juego es el método más eficaz de aprendizaje en los primeros años de nuestra vida, y en la escuela usamos esa herramienta para adquirir la destreza, técnica y habilidades necesarias para nadar.
Por lo que, si aún dudas, ¡pregunta en tu piscina! Porque no es necesario dejar las clases porque sea verano.
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