¡Ya estamos en pleno verano! La playa, la montaña… ¿Tienes todo lo que necesitas para las vacaciones? Hoy venimos a recordaros que de la misma manera que se insiste en la protección de la piel frente a las radiaciones solares, hay que tomar precauciones especiales con los grandes olvidados: los ojos.
Algunos factores que pueden dañarlos son:
- La alta luminosidad ambiental ligada a la exposición al sol.
- El cloro y demás tratamientos con productos químicos de las piscinas.
- Las elevadas temperaturas que provocan sequedad en el ambiente.
- Una deficiente protección a la hora de práctica deporte.
Todos estos factores ayudan a cosas cómo una mayor evaporación de la lágrima, dando lugar a una sensación de ojo seco, escozor y/o pesadez. El impacto de un balón, la entrada de cuerpos extraños, o la irritación por la cloración del agua pueden desencadenar en problemas oculares.
Así, entendemos que es importante usar las gafas de sol o de agua, ¡pero no cualquier gafa! En el caso de las de sol, es importante que tengan la correcta protección con filtro UV, porque en caso de no tenerlo la pantalla oscura engaña al ojo dilatando la pupila aún más, y sin protección estarás recibiendo la radiación directa en el ojo dilatado.
En el caso de las gafas de agua, lo importante es que se ajuste bien a tu cara. Que sean de una marca conocida ya sean caras o baratas, no es significativo. Lo importante es que te hagan ventosa correctamente impidiendo la entrada de agua.
A la hora de hacer deporte, infórmate de cómo tener protegidos tus ojos, y los de los más pequeños de la casa. Les ponemos a la sombra, les echamos cremas, incluso los llevamos a la playa con ropa para que no se quemen, ¿no habría que darle la misma importancia a unas gafas de sol?
Este verano, no te olvides de tus ojos.
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