¡¡Por fin!! Las ansiadas vacaciones están aquí, pero… ¿sabes desconectar de verdad? Vamos a pasar lista a las tareas que, de verdad, no debemos olvidar ¿nos acompañas?
El móvil. Desconecta del teléfono y levanta la cabeza hacía la gente que tienes a tu alrededor. Haz un pacto con el móvil, selecciona momentos para hacerle caso y momentos para apagarlo, por ejemplo, cada 4 horas, dos veces al día… pacta con él y déjalo en el cajón.
¿Qué quiero hacer? Lista de cosas que te apetezcan hacer: ir al cine, salir a cenar, pasar el día en la piscina, leer un libro, visitar algún lugar… apunta todas esas cosas que no quieres dejar pasar ahora que SÍ tienes tiempo.
Deporte. No frenes tu actividad deportiva, si estás en la playa nada en el mar y si sigues aquí busca tu piscina más cercana. Y si no, da paseos. La pereza produce cansancio y no ayuda al descanso.
El tiempo, ¿todo para los demás? Nunca tienes tiempo para nadie y en vacaciones quieres dárselo a todos ¡¡stop!! Vaya estrés genera querer cumplir con todo el mundo, no olvides poner en tu lista actividades solo para ti, como leer un buen libro o verte una peli en casa.
¡Mímate! Aprovecha este periodo del año para cuidarte dándote todos esos caprichos que no sueles darte (¡¡aunque solo sea ponerte crema tras la ducha!!)
Mi casa, mi hogar. Recuerda no huir de tu casa, es tu sitio, tu espacio y hogar. Recupera el equilibrio y haz los cambios que te apetezca hacer que luego el día a día no te dejan llevar acabo, haz que sea un sitio bonito y tranquilo donde reconfortarte del estrés el resto del año.
Adiós alarma, adiós. Es tiempo de decirle adiós a la alarma y los madrugones, pero recuerda que habrá que volver, no te estreses con el madrugón el último día de vacaciones… la última semana recupera tu ritmo poco a poco y evitarás ese agobio y cansancio del primer día.
¡Ay el comer! Pon en tu lista de objetivos aprender a cocinar (platos más sanos) por lo menos un par de platos más (el año ha sido duro, y los macarrones y el cocido ya no dan para más) aprovecha a comer tranquilo y disfrutar de las comidas.
Más excursiones. Si no puedes irte de vacaciones, no desesperes, hay una manera fácil, rápida y sencilla de desconectar. ¡Planea excursiones! Ya sea a la montaña más cercana, al lago/playa/piscina que más se te acerque o al museo de la gran ciudad… salir de la rutina diaria y dormir en casa ayuda a disfrutar del tiempo libre. (En vacaciones, en puentes y ¡hasta en fin de semana!).
Desconecta del trabajo. Pero de verdad… Prevé, delega, planifica, programa y deja los cabos atados. Que realmente al salir de la oficina, no tengas que mirar atrás.
Deja el reloj en el cajón. Es importante al menos por unos días que te dejes llevar por tu instinto y no por las horas establecidas para cada actividad, disfruta de no tener que madrugar, de no tener que comer en 20 minutos con o sin hambre, de vivir con el constante “no llego” “No me da la vida”, aprovecha, y guarda el reloj.
¿pensamientos negativos? ¡¡qué es eso!! ¿de qué sirve irte a kilómetros de casa si sigues pensando en lo que te espera a la vuelta? Stop, déjalo para la vuelta.
Recuerda, tienes 5 sentidos. Si hemos conseguido, aunque sea parcialmente todo lo anterior. Párate y respira, escucha, mira, siente, huele y saborea. No te resistirás a vivir el aquí y ahora.
Y ahora, ¿crees que podrás desconectar en vacaciones? Feliz verano, y ¡¡nos vemos en septiembre!!
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