Las enfermedades respiratorias no son algo que escapen a nuestro conocimiento, lo que sí se nos escapa muchas veces son todas las opciones que tenemos para su tratamiento o rehabilitación o en algunos casos prevenir, o disminuir su gravedad. De esta forma, vamos a conocer un poco la fisioterapia respiratoria.
En este momento de la historia, donde una enfermedad respiratoria como la COVID 19 nos está dejando secuelas en nuestro sistema respiratorio (entre un 20% y un 30% de los que han padecido la enfermedad según las primeras investigaciones), vamos a buscar tratamientos que nos ayuden a la recuperación de la manera menos agresiva posible, y en muchos casos a prevenir que empeoren (en personas con enfermedades respiratorias crónicas).
La fisioterapia respiratoria es una terapia especializada en la recuperación y mejora de nuestro sistema respiratorio.
Vamos a partir de que la afirmación de que no es una terapia que sustituya a la medicación prescrita por un médico, sino que es una terapia que acompaña la recuperación de la enfermedad, o nos ayudará a que las secuelas no sean tan graves.
La disminución de nuestra función pulmonar, empeoramiento del patrón respiratorio, o la inmovilidad de la caja torácica… son algunas de las afecciones que puede causar la Covid19 como cualquier otra enfermedad respiratoria. A demás de una fatiga y/o atrofia muscular derivada de periodos de inactividad en las hospitalizaciones.
Así pues, queremos optimizar el patrón respiratorio, aumentar volumen pulmonar, mejorar la movilidad de la caja torácica, mejorar posibles disneas y fatigas musculares, favorecer el drenaje de secreciones, o reducir al máximo las posibles complicaciones que puedan llegar.
¿Cómo vamos a realizar este trabajo desde la fisioterapia?
- Terapia manual
- Hidroterapia
En Bahía Madrid, queremos hablaros de la fisioterapia respiratoria y el trabajo que podemos hacer en el agua, con la Hidroterapia que venimos impartiendo desde 2013.
Aprovecharemos la temperatura del agua, que ayuda a aumentar la analgesia, eleva la temperatura corporal provocando vasodilatación (lo que provoca mayor circulación de la sangre y consecuentemente, mayor elasticidad en los músculos). Además de un efecto sedante y antiespasmódico.
Utilizaremos la presión que ocasiona el agua sobre nosotros al movernos dentro de la piscina como resistencia al ejercicio que realizamos.
A su vez, la falta de gravedad nos ayudará a realizar ejercicios que fuera del agua posiblemente nos costaría mucho más, y que no podríamos realizar por el impacto que tienen en nosotros.
Sin añadir, los beneficios psicológicos que provoca en una rehabilitación, la disminución del estrés, trastornos del sueño o ansiedad.
Por todo ello, mientras movilizamos nuestro cuerpo dentro del agua trabajando la atrofia, y/o fatiga muscular, estaremos desarrollando o recuperando nuestra capacidad pulmonar, con la fisioterapia respiratoria en un entorno seguro, supervisado, y que ayudará rápidamente a la recuperación de las secuelas, como que prevendrá dificultades si somos una población de riesgo para estas enfermedades pulmonares.
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