¡Muy buenas, bahíleños! Hoy vamos a hablaros de una serie de errores muy frecuentes que solemos cometer a la hora de nadar a los distintos estilos que existen en nuestro maravilloso deporte, que es la natación.
Nadar correctamente es muy importante, por varios motivos. En primer lugar, porque la natación es un deporte de eficiencia, con lo cual, cuanta mejor técnica tengamos, más energía ahorraremos en cada movimiento, más avanzaremos y menos nos cansaremos, lo que repercute en que podamos aguantar más tiempo realizando la actividad. Por otra parte, al cometer errores técnicos podemos lesionarnos al adoptar posturas incorrectas que puedan hacernos daño.
Dicho esto, a continuación, os enumeramos los errores más comunes, sus implicaciones y cómo corregirlos.
LA TEMIDA PATADA
Es muy común que notemos cómo se nos hunden las piernas cuando nadamos, sobre todo cuando nadamos a crol y a espalda. Lo importante de la patada es que sea constante, y ese es el motivo fundamental por el que se nos hunden las piernas.
El problema de no llevar una patada adecuada es que, al hundirse las piernas, nuestra posición en el agua se vuelve más oblicua y nuestro cuerpo ofrece más resistencia al agua, con lo cual nos cansamos más. Además, esa mala posición repercute en que nuestra espalda se arquee más de lo necesario, lo que puede ser muy perjudicial para su salud.
La clave para solucionar este problema es mantener una patada constante y sin interrupciones, de tal manera que, mediante el batido, propulsemos el agua hacia abajo para conseguir una posición lo más horizontal posible.
LA RESPIRACIÓN IMPOSIBLE
Coordinar adecuadamente la respiración es crucial para eliminar la desagradable sensación de fatiga que aparece cuando no la realizamos correctamente. El objetivo es que la respiración resulte lo más natural posible, como cuando la realizamos en superficie; de tal manera que cogeríamos el aire por la boca al sacar la cabeza y lo soltaríamos por la nariz al meter la cabeza.
La razón por la que hay que espirar por la nariz es que la boca, la podemos cerrar, con lo que evitamos que nos entre agua por ahí; sin embargo, cerrar la nariz no se puede, por lo que la única manera de evitar que se nos cuele el agua es echando el aire.
La clave es mantener la expulsión del aire durante todo el tiempo que la cara esta dentro del agua, así conseguiremos evitar tragar agua.
LOS DOLORES DEL CUELLO
Estos dolores suelen aparecer porque no ejecutamos adecuadamente la rotación del cuello al respirar. Los errores más comunes en este caso son, por un lado, que no rotamos los hombros como acompañamiento a la respiración, y por otro, y derivado del problema anterior, flexionar demasiado el cuello con lo que levantamos demasiado la cabeza.
Lo que nos ocurre en este caso es que, al no rotar los hombros en un gesto, que se denomina rolido, el cuello no gira lo suficiente como para poder sacar la boca para coger el aire, entonces nos vemos forzados a flexionar el cuello en exceso, lo que nos puede provocar molestias y posibles lesiones.
La solución pasa por hacer un giro bien pronunciado de los hombros en cada brazada para facilitar el giro del cuello exclusivamente en el eje longitudinal.
Os invitamos a revisar vuestros propios fallos en las próximas clases, y a descubrir si os ayuda a mejorar los consejos que os damos. ¿Cometéis alguno de ellos? ¿Cuando empezasteis con nosotros cometíais alguno de estos errores? ¿los habéis corregido?
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