A menudo nos encontramos con niños en edad adolescente que quieren irse solos con los amigos a la piscina, pero ¡ay! que no saben nadar… Adultos, que no dejan a sus hijos o nietos desenvolverse con naturalidad en agua por el pánico que le tienen ¡lo pasan francamente mal!, lo que nos lleva a la pregunta que nos atañe hoy, ¿a qué edad es conveniente empezar a nadar?
Si ya eres adulto, y no sabes nadar, no lo pienses más, lánzate a la piscina, aprende, y disfruta del agua, del verano, del mar y las piscinas.
Si, por el contrario, hablamos de niños, empezar cuanto antes es lo más acertado. En Bahía Madrid empezamos a trabajar desde los 6 meses de edad, la temperatura del agua es inferior a la recomendable para recién nacidos.
En esta primera etapa, como en cualquier aprendizaje, forjaremos los cimientos para nadar más adelante. Provocaremos una base sólida acompañados de los adultos de referencia, papás, mamás, abuelos, los tíos…. Lo que les ayudará a forjar un vínculo de confianza tanto con sus seres queridos que lo acompañan al agua, como con sus monitores.
Aprenderán lo divertido que es el agua, harán inmersiones que nos ayudarán a meter la cabeza más adelante (¡esa gran problemática!), se familiarizarán con los materiales de la piscina, y cogerán confianza para andar si la sujeción de un adulto permanentemente. En matronatación, disfrutarás tu y disfrutará el bebé, siendo tiempo de calidad, ayudando a su motricidad, y ¡sin dejar de aprender!
Si hablamos de que ya tenemos pequeños, entre 2 y 5 años, ¡no vamos tarde! Están en una etapa donde se aprende con rapidez, y no suelen tener ningún miedo, por lo que, si nosotros aportamos confianza en la piscina, en los monitores y en ellos, ¡haremos de trampolín para un aprendizaje rápido y divertido!
Importante, en estas etapas, no trasmitir nuestros miedos, (suele ocurrir en los padres que no saben nadar o tienen adquiridos sus propios temores) y aprender a disfruta de la piscina y el agua con responsabilidad, sin agobios y sin temores. Ellos lucharán contra una situación nueva, lugar y personas que desconocen, pero nosotros tenemos que confiar en ellos, principalmente en ellos, ¡sabemos que pueden hacerlo! Que aprenderán, y que disfrutarán, enseñemos a nadar sin cortar las aletas.
Si tus peques ya son mayores, no lo pienses más, ¡¡pregunta ya mismo en tu piscina!! Porque la actividad deportiva previene el sedentarismo, les ayuda a prevenir los dolores de espalda que provoca tantas horas de estudio, y podrán disfrutar del agua con responsabilidad.
>>>>>> Gracias infinitas a todos los modelos, Lucía y Elena, Mateo y Daiane, y Zoe por sus sonrisas dentro y fuera del agua.
Comments are closed.