A medida que se acerca el verano y queremos que nuestr@s hij@s aprendan a nadar o a perfeccionar sus estilos, a veces nos entra la duda de si apuntarles al curso regular o a los cursos intensivos de verano. Pues bien, hemos de deciros, que ambos tienen sus ventajas y que son totalmente compatibles.
CURSO REGULAR
El curso regular es perfecto para aprender o perfeccionar a un ritmo natural, sin tener una prisa excesiva en ir cumpliendo objetivos y consiguiendo un aprendizaje más natural y prolongado en el tiempo.
El curso regular les permite afianzar las relaciones con l@s comapañer@s y profesores, recordar esas etapas de aprendizaje y también les permite poder participar en la fiesta infantil de Navidad y la competición de final de curso.
Para el curso regular l@s alumn@s se pueden incorporar en cualquier momento, siempre que haya disponibilidad. No importa si el mes está comenzado. Este tipo de cursos consiguen potenciar la actividad deportiva como un estilo de vida saludable, convirtiendo el aprendizaje en una rutina deportiva.
Las clases regulares permiten, además, dedicar más tiempo al juego y a los procesos de adaptación
CURSOS INTENSIVOS.
Los cursos intensivos de verano sirven para aprender con rapidez, para reforzar lo que ya saben o para perfeccionar la técnica y la coordinación. Esto no quiere decir que se garantice que alguien que no sabe nadar aprenda en 15 días. Cada persona necesita su tiempo y éste no es el mismo para todos.
Lo bueno de los cursos intensivos de verano es que son clases diarias de lunes a viernes, durante, quince días o un mes, y que los grupos son más reducidos.
Al ser clases diarias, la probabilidad de que haya un retroceso en el aprendizaje, durante los cursos intensivos de verano, es mucho menor; y, al ser grupos más reducidos, el vínculo entre profesor/a y alumn@ será más rápido y esto facilitará la consecución de los objetivos en menor tiempo.
Otra ventaja de los cursos intensivos de verano es que, al realizarse en los meses de verano y ya no haber cole, l@s peques estarán menos cansados y realizarán la actividad con más energía. Además, al ser en meses de calor, siempre viene bien un chapuzón de refresco.
Dicho todo esto, debemos tener claro que tanto el curso regular como los cursos intensivos de verano, son totalmente compatibles. Podemos tener a nuestr@s peques apuntados en el curso regular, viniendo un día o dos a la semana y, en verano, apuntarles un par de semanas a los cursos intensivos de verano para dar un último empujón e irse de vacaciones con mucha más seguridad, con la técnica más depurada y con una mayor coordinación en el nado.
¿Curso regular? ¿Cursos intensivos de verano? ¿Ambos? ¡Tú eliges!
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