Después de tantos días de confinamiento, debemos tener en cuenta que tenemos que empezar a volver a la rutina de ejercicios de forma paulatina, es decir, no podemos pretender recuperar la forma que teníamos antes en dos sesiones. Hay que ir poco a poco para evitar el estrés muscular y otro tipo de lesiones.
Nadar es una de las mejores formas de que tu cuerpo ejercite todos los músculos y proteja las articulaciones del estrés. Además, no tiene impacto en éstas y la resistencia del agua contra el cuerpo aumenta la energía exigida para moverte.
Eso sí, para todo ello es mejor seguir las pautas de un monitor de cara a que corrija los movimientos que lleves a cabo de un modo incorrecto. Ten en cuenta que al tratarse de un ejercicio físico, una mala práctica puede provocar dolores.
La natación es beneficiosa como ejercicio cardiovascular porque el corazón no trabaja tan duro como lo puede hacer en otros deportes aeróbicos, por lo que se consigue una mejora en la circulación, que puede reducir el riesgo de presión arterial alta.
El ejercicio en el agua también ayuda a aliviar el estrés, que contribuye a problemas de salud como determinadas deficiencias inmunológicas. Cuando estás nadando, te concentras en la coordinación de los movimientos de tus brazos y piernas, así como en tu respiración. Por ello, el ritmo de tus movimientos y de la respiración ayudan a relajar el cuerpo y la mente.
Además, se puede practicar a cualquier edad, el riesgo de lesiones es menor y su práctica habitual tiene beneficios para el cuerpo a medio y largo plazo. Lo mejor es que se adapta a los distintos niveles de forma, ideal para quienes están empezando y ejercicio muy completo para deportistas habituales. Sus beneficios se hacen notar aún más en quienes tienen que recuperarse de una lesión o en personas mayores.
Vamos a ver algunos de estos beneficios:
Produce bajo impacto sobre los huesos y articulaciones.
Al sumergir nuestro cuerpo en el agua, éste parece que pesa menos. No hay impacto sobre superficies como el asfalto o la arena y, de esa forma, las articulaciones se desgastan menos y se preservan mejor.
Mayor flexibilidad y elasticidad.
Al nadar utilizamos la mayoría de los grupos musculares de nuestro cuerpo, tanto el tren superior como el inferior además de tronco y cabeza, por lo que las articulaciones están más flexibles y los músculos se tonifican y fortalecen, sobre todo los de la espalda. Por eso es un ejercicio muy recomendado para quienes sufren hernias, lumbalgias o problemas de caderas.
Quema grasas.
Dependiendo de la intensidad a la que se practique, con la natación se pueden quemar entre 500 y 600 calorías por hora. Por ello es habitual que se incorpore en las rutinas de quienes comienzan un programa de pérdida de peso.
Combate enfermedades crónicas como el asma, la diabetes o el colesterol.
Al ser un ejercicio aeróbico, de intensidad media pero que se desarrolla durante periodos de tiempo más largos, ayuda a bajar los niveles de colesterol y disminuye los niveles de glucosa en sangre.
Mejora del sistema respiratorio y aumento de la capacidad pulmonar.
Aprender a respirar es el primer paso para disfrutar de la natación, con cada brazada y con cada respiración se favorece al sistema respiratorio.
Produce beneficios neuronales y cognitivos.
Al nadar ponemos en marcha el cerebro, en el cual se producen enlaces neuronales y una mayor activación de éste, que recibe más oxígeno.
Produce beneficios cardiorrespiratorios.
La natación mejora la circulación ya que disminuye la frecuencia cardíaca, mientras que los ejercicios respiratorios implican un aumento de la resistencia cardiorrespiratoria.
Produce beneficios psicológicos.
Cuando nos metemos en el agua y nos concentrarnos en la respiración se produce un efecto inmediato: el cuerpo se relaja y se reduce la sensación de estrés, además mejora los síntomas de la depresión. Con la práctica de la natación se liberan endorfinas que potencian una actitud positiva, la sensación de bienestar es mayor y se liberan tensiones.
Esperamos os sean de ayuda y pronto tod@s podamos reanudar nuestros entrenamientos en la piscina Bahía Madrid.
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