Hola Bahíleños,
En estas fechas con las vacaciones, las piscinas de verano, cuidar a los nietos… hacemos parón en las clases de natación y en las sesiones de Hidroterapia, y a veces a la vuelta notamos mucho ese tiempo sin hacer nada, incluso a veces notamos un retroceso en nuestros avances.
Por lo que hoy nos vamos a dirigir a todos aquellos que estáis trabajando Hidroterapia con nosotros, o algún tipo de rehabilitación actualmente para no sentir ese fuerte parón.
A continuación, os dejaremos unas recomendaciones muy generales de cositas que son interesante mantener en estos meses, por supuesto, cada dolencia o lesión lleva sus ejercicios específicos, que, si son complicados, o no tienes muy interiorizados, no recomendamos hacerlos sin supervisión, pregunta siempre a tus profesionales antes de hacer nada por tu cuenta. ¡Vamos a ello!
- Camina por la piscina. Sabemos que a veces en las piscinas de verano, donde no cubre están todos los papás y los más pequeños de la casa, pero seguro que encuentras un hueco o una hora donde te dejen caminar por la piscina. ¡Usa tu imaginación! En la piscina hemos trabajado como caminar en diferentes posiciones… así que ponlo en práctica.
- Hagamos respiraciones. ¡Es algo tan bueno! el simple hecho de respirar ayuda a nuestra capacidad pulmonar y a nuestra circulación por lo que coge aire, sumérgete y suéltalo despacio, si no te fías mucho, agárrate al bordillo para hundirte. Verás qué efecto tiene.
- Trabajemos el Core. ¿Recordáis el post del Core? Todo el cinturón abdominal es una pieza clave de trabajo en un sinfín de dolencias, por lo que no debemos olvidarnos de él. Movilízalo, haz círculos, mueve el tronco de un lado a otro… hay muchos ejercicios y seguro que alguno en clase has aprendido.
- Hagamos equilibrios dentro de la piscina. Quédate con el peso sobre un pie y luego sobre el otro, haz sentadillas con uno y con otro. Vamos a reforzar las articulaciones, y la musculatura de las piernas y ha coger destreza en esta habilidad, ayudando y facilitando que a la vuelta no nos cueste tanto volver a trabajar.
- ¡No dejes de estirar! Importante es que los músculos no se queden paralizados todo el verano. Después de haber trabajado, hay que estirar los músculos para evitar lesiones. Así que siempre que puedas – y sepas como -, estira antes y después de cada ejercicio o sesión.
Son pequeños gestos que ayudarán a no retroceder en el trabajo realizado.
Como consejo, os diremos que tengáis en cuenta la temperatura del agua, al estar a menos temperatura que nuestra piscina, podéis quedaros fríos con facilidad. Haced el entrenamiento más dinámico, o alternando con pequeños largos de natación, con algún ejercicio que os haga generar más energía y calor, o hacer las sesiones cortitas.
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