¿Has sentido alguna vez dolor en el primer paso nada más levantarte por la mañana o después de un tiempo largo de reposo? Es posible que el motivo sea fascitis plantar.
¿Qué es la Fascitis plantar? Aparece principalmente cuando la fascia plantar es sometida a una carga o tensión para la que no está preparada, y aparece inflamación de ésta.
Nos diréis, ¿Y qué es la fascia amigos? Pues bien, la fascia es un tejido que recubre los músculos, que les da una forma, además de protegerlos y separarlos del resto de músculos.
Y para entender todo lo que tenemos por decir, es importante saber que la fasciopatía engloba cualquier patología de la fascia de corta o larga duración, donde encontraremos la fascitis plantar.
En procesos agudos, esta fascia puede verse engrosada y pasar incluso de 3mm a 4.5mm.
¿Qué origina la fascitis plantar?
La fascia plantar puede estar originada por diferentes causas: obesidad, debido a que el puente de la planta del pie cae por el propio peso; diabetes (por factores metabólicos); un tríceps sural muy rígido, un pie plano (usar calzado demasiado plano puede empeorar), un calcáneo en valgo (el talón), debilidad del músculo tibial posterior y musculo peroneo lateral largo, tener un trabajo en el que pases largos periodos de pie (camarero, azafata…), etc. Hay diversas causas.
¿Qué haríamos para mejorar los dolores de esta afección?
Será necesario relajar la musculatura que tracciona de la fascia plantar y reeducar la musculatura que no está realizando su función.
En este tipo de patologías, es más común trabajar en la cabina, pero la correcta combinación de el agua y la cabina ayudará a tu recuperación.
En el agua podremos trabajar, entre otras cosas, ejercicios como:
– Estiramientos de gemelos y fascia plantar
– Automasaje con churros (andando con los dos pies en el churro, apoyando el arco)
– Natación favoreciendo la movilidad del pie en distintos planos
– Equilibrios y propiocepción (sobre un churro o en estático)
Y en la cabina, podremos:
– Dar movilidad a las articulaciones con poca movilidad, relajar la musculatura afectada, estirar la musculatura acortada, terapia miofascial (de musculo y fascia) …
Los ejercicios en este caso son:
- 3-5 min masajeando el pie con la botella congelada
- Arrugar la toalla durante 2 minutos, 3 veces
- Short foot: Empujar con el pulgar hacia abajo y hacia dentro, intentando aumentar el arco plantar (ejercicio muy recomendado en el caso de que no tengamos mecanismo windlass)
En casos muy agudos incluso será necesario un vendaje para disminuir la tensión en la fascia plantar y aumentar el puente.
1 Vendaje funcional: Con este vendaje se busca aumentar el puente del pie y disminuir las fuerzas de tensión en la fascia plantar
2 Vendaje Neuromuscular: Este vendaje levanta la piel aumentando el espacio en el tejido subcutáneo y aumentando el flujo sanguíneo y la circulación de fluidos linfáticos. Además, reduce la presión sobre los nociceptores (los que informan del dolor) disminuyendo el dolor y estimula los mecanorreceptores, mejorando la estabilidad.
Como siempre, cada caso es único, y aunque haya rasgos generales a cada patología, cada paciente es diferente y aquí entra el trabajo de valoración del fisioterapeuta para un trabajo personalizado, como el que trabajamos en cabina e hidroterapia en Bahía Madrid.
Comments are closed.