Al hilo de los últimos vídeos que hemos subido al canal de la piscina, queremos hablaros de la tendinopatía.
Como ya os hemos dicho, son las que conocíamos como “tendinitis” pero la terminología está cambiando, y ahora debemos identificar estás patologías de tendón, desde la inflamación a la rotura, como tendinopatías.
Para entender un poco qué trabajamos en el centro de fisioterapia (tanto en terapia manual como en hidroterapia), vamos a diferenciar entre músculo y tendón.
Pensemos en una cuerda. Cada cuerda une dos huesos. El nudo de cada extremo es el tendón, la cuerda restante el músculo. Si tiramos de la cuerda, los huesos se moverán, de la misma forma que si el nudo se rompe, por mucho que tiremos de la cuerda no podremos mover el hueso.
La tendinopatía como su propio nombre indica, es una afección del tendón. Cuando sobrecargamos un tendón, por ejemplo, con un movimiento repetitivo o con un sobre esfuerzo aparecen estas dolencias y éste puede inflamarse, o incluso llegar a romperse (parcial o totalmente).
Anteriormente (no hace tanto) entendían el reposo como la mejor recuperación a estas tendinopatías, a la inflamación del tendón, pero se ha demostrado que una vez que repites el movimiento o sobrecarga que provocó la patología, volvemos a sentir ese dolor.
Es aquí donde entra el tratamiento conservador, vamos a enseñarle al tendón a soportar el peso, el movimiento, el sobre esfuerzo que nos provoca ese daño. ¿Como? Con ejercicio en el agua, en la hidroterapia, combinado en muchos casos con la terapia manual en cabina.
Así, en cada caso tratado con particularidad, prepararemos tablas de ejercicios concretas según tu necesidad. Habrá quien necesite fortalecer los músculos de alrededor de una rotura, para realizar un movimiento lo más acercado posible a la acción que haría sin la patología o, quien necesite enseñar al músculo a soportar un movimiento sin sobrecargarse e inflamarse cada vez.
Además, cada recuperación lleva sus fases, pero esto lo podremos ver en otro artículo diferente. ¿habéis sufrido tendinopatía alguna vez? ¿Lo habéis tratado con reposo o ejercicio? ¡Contadnos!
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